Hoy les acerco una obra de la que en Cajamar nos sentimos especialmente orgullosos. Primero, por tratarse de una iniciativa de nuestra Cátedra de Cooperativismo Agroalimentario de la Universidad Politécnica de Cartagena; segundo, porque han sido numerosos los profesionales y las instituciones universitarias que han participado en su redacción y, tercero, porque pone en valor el trabajo de algunas de las principales cooperativas agroalimentarias españolas, que están acometiendo el crecimiento empresarial desde diversas formas.
Hoy todo el mundo tiene clara la importancia del sector agroalimentario español. Su ejemplar comportamiento durante la crisis lo ha transformado casi en un sector de moda, capaz de aportar divisas a nuestra necesitada Balanza de Pagos. También ha contribuido, entre otras cosas, a demostrar que la competitividad no es sólo una cuestión de países, sino sobre todo de empresas. Sin embargo, uno de los elementos primordiales de nuestro sistema agroalimentario, como lo son las cooperativas, adolece de una fuerte dispersión territorial (lo cual es lógico dada nuestra variedad climática y nuestra orografía) y de una excesiva atomización (lo cual no es demasiado adecuado para concurrir a unos mercados cada vez más globalizados y con concurrentes más y más grandes).
En este sentido, el presente libro, dirigido por los profesores Narciso Arcas y Miguel Hernández tiene la virtualidad de mostrarnos diversos caminos por los que nuestras cooperativas pueden transitar hacia el crecimiento, aportando una amplia visión tanto espacial como sectorial, ya que se abordan diversidad de casos provenientes de diferentes territorios nacionales y sectoriales (tanto ganaderos como agrícolas). Además, este trabajo llega en el mejor momento, justo cuando entra en vigor la nueva Ley de Integración Cooperativa, que precisamente se fija el objetivo de contribuir al crecimiento y concentración del sector.
Por otro lado, entendemos que el trabajo viene a complementar otro previo, coordinado por el profesor Juan Juliá de la Politécnica de Valencia sobre los factores del éxito de las mayores cooperativas europeas, realizado bajo los auspicios de la Fundación Cajamar y que ha tenido un importante impacto durante todos estos años.
No entraré a comentar los casos, ni siquiera algunas de las conclusiones generales que están magnificamente expresadas en el libro, pero sí que quisiera señalar un dato relevante: mientras que en Dinamarca la facturación media de sus cooperativas es de 1.346 millones de euros, la mayor cooperativa española, que es Coren, sólo alcanza los 1.050 millones. Y la media nacional se queda en unos escuetos 4,2 millones de euros. A modo de reflexión pensemos que el mercado al que concurren unas y otras es esencialmente el mismo, el de la Unión Europea. No hay elucubrar demasiado para darse cuenta de qué empresas lo tienen más fácil a la hora de llegar a acuerdos con los actuales protagonistas de la cadena de valor agroalimentaria: la Gran Distribución.
Hoy les acerco una obra de la que en Cajamar nos sentimos especialmente orgullosos. Primero, por tratarse de una iniciativa de nuestra Cátedra de Cooperativismo Agroalimentario de la Universidad Politécnica de Cartagena; segundo, porque han sido numerosos los profesionales y las instituciones universitarias que han participado en su redacción y, tercero, porque pone en valor el trabajo de algunas de las principales cooperativas agroalimentarias españolas, que están acometiendo el crecimiento empresarial desde diversas formas.
Hoy todo el mundo tiene clara la importancia del sector agroalimentario español. Su ejemplar comportamiento durante la crisis lo ha transformado casi en un sector de moda, capaz de aportar divisas a nuestra necesitada Balanza de Pagos. También ha contribuido, entre otras cosas, a demostrar que la competitividad no es sólo una cuestión de países, sino sobre todo de empresas. Sin embargo, uno de los elementos primordiales de nuestro sistema agroalimentario, como lo son las cooperativas, adolece de una fuerte dispersión territorial (lo cual es lógico dada nuestra variedad climática y nuestra orografía) y de una excesiva atomización (lo cual no es demasiado adecuado para concurrir a unos mercados cada vez más globalizados y con concurrentes más y más grandes).
En este sentido, el presente libro, dirigido por los profesores Narciso Arcas y Miguel Hernández tiene la virtualidad de mostrarnos diversos caminos por los que nuestras cooperativas pueden transitar hacia el crecimiento, aportando una amplia visión tanto espacial como sectorial, ya que se abordan diversidad de casos provenientes de diferentes territorios nacionales y sectoriales (tanto ganaderos como agrícolas). Además, este trabajo llega en el mejor momento, justo cuando entra en vigor la nueva Ley de Integración Cooperativa, que precisamente se fija el objetivo de contribuir al crecimiento y concentración del sector.
Por otro lado, entendemos que el trabajo viene a complementar otro previo, coordinado por el profesor Juan Juliá de la Politécnica de Valencia sobre los factores del éxito de las mayores cooperativas europeas, realizado bajo los auspicios de la Fundación Cajamar y que ha tenido un importante impacto durante todos estos años.
No entraré a comentar los casos, ni siquiera algunas de las conclusiones generales que están magnificamente expresadas en el libro, pero sí que quisiera señalar un dato relevante: mientras que en Dinamarca la facturación media de sus cooperativas es de 1.346 millones de euros, la mayor cooperativa española, que es Coren, sólo alcanza los 1.050 millones. Y la media nacional se queda en unos escuetos 4,2 millones de euros. A modo de reflexión pensemos que el mercado al que concurren unas y otras es esencialmente el mismo, el de la Unión Europea. No hay elucubrar demasiado para darse cuenta de qué empresas lo tienen más fácil a la hora de llegar a acuerdos con los actuales protagonistas de la cadena de valor agroalimentaria: la Gran Distribución.
Espero que disfruten de su lectura.