España, a pesar del incremento de la competencia, a pesar de los cambios en la estructura productiva, y a pesar de las dificultades relacionadas con las asimetrías de la cadena de distribución, sigue siendo una potencia en fruticultura. Y no se trata solo de los cítricos. En la mayor parte de los productos analizados en el reciente La fruticultura del siglo XXI en España coordinado por J.J. Hueso y J. Cuevas, nuestro país ocupa una posición relevante en el ámbito europeo y hasta mundial, normalmente como exportador.
El libro hace un repaso de casi todos los cultivos que se llevan a cabo en España, haciendo una aproximación a la situación del mismo en el entorno europeo y mundial, analizando la evolución reciente del mismo, enumerando las principales variedades e injertos, y analizando su rentabilidad económica.
Una de las principales conclusiones que llama la atención es que el cultivo de los frutales tiene futuro en España, pues la mayor parte de ellos se encuentran con coyunturas de consumo favorables, aunque también destaca que no todos los tipos de explotaciones serán rentables. Excepción hecha de las explotaciones de carácter ecológico que consigan integrarse en cadenas de distribución de alto valor, son las explotaciones modernas de regadío las que tienen mayores posibilidades de acceder a los mercados y alcanzar la rentabilidad. De hecho, en muchos de los cultivares, las tendencias son claras hacia este tipo de explotaciones, con marcos de plantación más densos y alta mecanización de las labores.
Claro que el que esto escribe es un economista y tiende a fijarse en aquello a lo que su formación y experiencia han acostumbrado su mirada. Seguramente un o una ingeniero agrónomo, biólogo o agricultor fijará su atención en otros aspectos de este completo compendio, creo que único en España de su naturaleza.
El libro fue presentado en la pasada Vegetal World de Valencia, y ya se encuentra para su descarga y consulta en la web de Publicaciones Cajamar.
España, a pesar del incremento de la competencia, a pesar de los cambios en la estructura productiva, y a pesar de las dificultades relacionadas con las asimetrías de la cadena de distribución, sigue siendo una potencia en fruticultura. Y no se trata solo de los cítricos. En la mayor parte de los productos analizados en el reciente La fruticultura del siglo XXI en España coordinado por J.J. Hueso y J. Cuevas, nuestro país ocupa una posición relevante en el ámbito europeo y hasta mundial, normalmente como exportador.
El libro hace un repaso de casi todos los cultivos que se llevan a cabo en España, haciendo una aproximación a la situación del mismo en el entorno europeo y mundial, analizando la evolución reciente del mismo, enumerando las principales variedades e injertos, y analizando su rentabilidad económica.
Una de las principales conclusiones que llama la atención es que el cultivo de los frutales tiene futuro en España, pues la mayor parte de ellos se encuentran con coyunturas de consumo favorables, aunque también destaca que no todos los tipos de explotaciones serán rentables. Excepción hecha de las explotaciones de carácter ecológico que consigan integrarse en cadenas de distribución de alto valor, son las explotaciones modernas de regadío las que tienen mayores posibilidades de acceder a los mercados y alcanzar la rentabilidad. De hecho, en muchos de los cultivares, las tendencias son claras hacia este tipo de explotaciones, con marcos de plantación más densos y alta mecanización de las labores.
Claro que el que esto escribe es un economista y tiende a fijarse en aquello a lo que su formación y experiencia han acostumbrado su mirada. Seguramente un o una ingeniero agrónomo, biólogo o agricultor fijará su atención en otros aspectos de este completo compendio, creo que único en España de su naturaleza.
El libro fue presentado en la pasada Vegetal World de Valencia, y ya se encuentra para su descarga y consulta en la web de Publicaciones Cajamar.