En el Blog de FEDEA Nada es Gratis, Gerard Llobet dedica una entrada al Proyecto de Ley de la Cadena Alimentaria, aprobado recientemente por el Gobierno.
Su opinión se alinea con la defendida por la CNC en su famoso informe al anteproyecto de ley, en el que desmontaba muchos de los supuestos en los que se basaba el proyecto y lo dejaba seriamente tocado. Traigo a colación este artículo porque siempre me ha parecido interesante conocer todos los puntos de vista y en éste hay algunas cuestiones reseñables.
La idea de fondo es que la mejor regulación es la que no existe y, en cado de que tenga que existir, debe ser lo más neutra posible. Cuestión con la que yo podría llegar a estar de acuerdo si no fuera por un par de cuestiones, No estamos tratando con bienes normales, la agricultura no sólo provee bienes para el mercado, sino también algunos servicios de no mercado que no están siendo remunerados (o no en todos los casos) ante la dificultad de privatizar el uso de los mismos (sí, me refiero a los servicios ambientales).
Y, por otro lado, hay que asumir que disponer de una producción agraria propia es una cuestión estratégica. Posiblemente, lo más eficiente para un país como España sería subcontratar la defensa nacional a algún ejército más eficiente que el nuestro. Por ejemplo, el de Estados Unidos. Sin embargo, a nadie se le ocurre proponerlo por razones obvias. ¿No se dan cuenta de que el suministro alimentario ha sido desde siempre una cuestión de carácter estratégico para los ejércitos y los pueblos en guerra?
Por último, asumiendo que la PAC pueda estar distorsionando algunos mercados agrarios, lo cierto es que esto no es verdad en todos los casos, pero en nuchos de ellos se ha estado vendiendo producto por debajo de los costes de producción primaria, siendo el caso más llamativo el de la leche, pero lo mismo pasa todos los años en algunos momentos de la campaña con las hortalizas y éstas no están precisamente protegidas por la denostada PAC.
En fin, recomiendo su lectura y la de los comentarios que han realizado los lectores, que suponen un interesante debate al respecto.
En el Blog de FEDEA Nada es Gratis, Gerard Llobet dedica una entrada al Proyecto de Ley de la Cadena Alimentaria, aprobado recientemente por el Gobierno.
Su opinión se alinea con la defendida por la CNC en su famoso informe al anteproyecto de ley, en el que desmontaba muchos de los supuestos en los que se basaba el proyecto y lo dejaba seriamente tocado. Traigo a colación este artículo porque siempre me ha parecido interesante conocer todos los puntos de vista y en éste hay algunas cuestiones reseñables.
La idea de fondo es que la mejor regulación es la que no existe y, en cado de que tenga que existir, debe ser lo más neutra posible. Cuestión con la que yo podría llegar a estar de acuerdo si no fuera por un par de cuestiones, No estamos tratando con bienes normales, la agricultura no sólo provee bienes para el mercado, sino también algunos servicios de no mercado que no están siendo remunerados (o no en todos los casos) ante la dificultad de privatizar el uso de los mismos (sí, me refiero a los servicios ambientales).
Y, por otro lado, hay que asumir que disponer de una producción agraria propia es una cuestión estratégica. Posiblemente, lo más eficiente para un país como España sería subcontratar la defensa nacional a algún ejército más eficiente que el nuestro. Por ejemplo, el de Estados Unidos. Sin embargo, a nadie se le ocurre proponerlo por razones obvias. ¿No se dan cuenta de que el suministro alimentario ha sido desde siempre una cuestión de carácter estratégico para los ejércitos y los pueblos en guerra?
Por último, asumiendo que la PAC pueda estar distorsionando algunos mercados agrarios, lo cierto es que esto no es verdad en todos los casos, pero en nuchos de ellos se ha estado vendiendo producto por debajo de los costes de producción primaria, siendo el caso más llamativo el de la leche, pero lo mismo pasa todos los años en algunos momentos de la campaña con las hortalizas y éstas no están precisamente protegidas por la denostada PAC.
En fin, recomiendo su lectura y la de los comentarios que han realizado los lectores, que suponen un interesante debate al respecto.