Anoche liberamos el último número de Coyuntura Agroalimentaria que, es cierto, se nos ha retrasado un poco. Este tipo de documentos no pretende descubrir nada nuevo, la idea de partida es arrojar una visión rápida, general y veraz de la siuación de un sector en un determinado momento del tiempo. Así llevamos intentándolo hacer desde hace dos años desde el Servicio de Estudios de Cajamar. En esta ocasión, los datos recogidos ponende manifiesto que las tensiones generadas en la diminución de la oferta (sobre todo de la oferta de cultivos de secano), junto con la contracción del consumo nacional ha provocado un aunento de los precios, aunque, por lo general, insuficientes para cubrir el crecimiento de los costes de producción corrientes. impulsados por la propia escasez de cereales y el aumento de los precios energéticos y todos sus derivados. Por otro lado, las exportaciones siguen siendo la vía de escape de las producciones primarias e industriales de España, aunque la coyutura en la Eurozona no es precisamente optimista con respecto a los próximos meses.

Ante un entorno económico general con pocas novedades y aún sometido a las presiones de la crisis del euro, los consumidores nacionale se han mantenido fríos, aunque menos en lo que respecta a los alimentos que en lo referente al conjunto de bienes de consumo. Por otro lado, las producciones se han visto afectadas por la falta de lluvias del pasado año hidrológico, sobre todo los secanos.

La producción de carne y de alimentos procesados han sufrido el impacto de la crisis, de forma que la primerase ha visto mermada en las ganaderías de mayor precio, creciendo sólo de forma clara el porcino. Con respecto a la segunda, los alimentos procesados están ahora en fase recesiva, mientras que las bebidas han cambiado la tendencia para pasar a crecer un 1,6%.

Nuevamente ha sido la demanda externa la que ha permitido al sector agroalimentario mantener su actividad. En este sentido, particularmente brillante ha sido el comportamietno de las exportaciones de alimentos procesados y bebidas.

 Desde el punto de vista de los costes, a pesar de que los salariales se han moderado de forma importante en casi todos los subsectores, lo cierto es que los precios de los insumos corrientes han sufrido imiportantes tensiones inflacionistas, por lo que han compensado en parte el comportamiento de la mano de obra.

El reflejo de todas estas cuestiones en los precios ha sido una tendencia ascendernte de los precios agrícolas, miestras que los ganaderos mantienen una tendencia decreciente, ambos ahora en torno al 10% interanual. Lod precios de los alimentos procesados han sufrido una clara aceleración en los últimos meses, mientras que los de las bebidas se mantienen estables.

 

Precios percibidos por los agricultores: Tasas de variación interanual

Fuente: MAGRAMA

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